Pablo Bontá
CONTACTO
  • Home
  • CV Pablo Bontá
  • Cursos Regulares
    • Taller de Montaje >
      • Experiencia 2015
      • Experiencia 2014
      • Experiencia 2013
    • Curso segundo cuatrimestre
    • MUESTRA DE TALLERES TEATRO FÍSICO 2017
    • MUESTRA DE TALLERES DE TEATRO FÍSICO 2016
    • MUESTRA DE TALLERES DE TEATRO FÍSICO 2015
    • MUESTRA DE LOS TALLERES DE TEATRO FÍSICO 2014
  • Espectáculos
    • Ahijuna, un vodevil con tierra adentro >
      • Retame Zárate
    • Otoño del '55 >
      • 1997 La liturgia de las horas
    • CYRANO, un vodevil franco-argentino
    • Partir de hoy >
      • Partir de hoy en Córdoba
    • Bravías. Un Shakespeare...
  • Seminarios de Perfeccionamiento
    • Teatro Físico: Cuerpo y humor
    • Teatro Físico: Commedia dell´arte
  • Seminarios y presentaciones en el interior
    • 2019 - Seminario en Villa Ballester
    • CONSTRUCCIÓN y PUESTA EN ESCENA de PERSONAJES de la COMMEDIA DELL´ARTE 2018
    • Septiembre/Octubre 2017 - Corrientes
    • Septiembre 2017 - Mendoza
    • Junio, Julio y Agosto 2017 - Resistencia
    • NesóGe, la mujer caníbal. Julio 2017 - Formosa >
      • Notas y Entrevistas
      • Instituciones que apoyan este espectáculo
      • Información pedido de festivales y giras >
        • Grabación del espectáculo
    • Audiciones para Nesoge
    • Octubre 2016 - Formosa
    • Agosto-Octubre 2016 - Corrientes
    • Julio 2016 - Formosa >
      • Montaje
    • Junio 2016 - Formosa
    • Mayo 2016 - Formosa
    • Fiesta Provincial de Teatro San Luis 2015
    • Agosto 2015 - Córdoba
    • Junio 2015 - Córdoba
    • Conversatorio sobre formas de producción y signos
    • Junio 2015 - San Luis
    • Noviembre 2014 - San Luis
    • Octubre 2014 - San Luis
    • Septiembre 2014 - Corrientes
    • Imaginario en el Espacio Cultural Julio Le Parc
    • Abril 2014 - Formosa
    • Marzo 2014 - San Luis >
      • Anécdotas y fotos
  • Presentaciones en el exterior
    • Reconstruyendo a Cyrano
    • Presentación en Colombia
  • Contacto
  • El mundo de la Commedia dell´arte

 MI PRIMERA VEZ PRIMERA

Imagen

Lejos de hablar de mis primeras escaramuzas en el sexo me referiré a aviones. El viernes 28/3 debuté. Seguramente se trató de un malentendido: hace poco me llegó a casa una tarjeta dorada que me identifica como miembro de una elite. Parece ser que el hecho de viajar durante los últimos 11 años de mi vida un promedio de 10 vuelos anuales activó en el “sistema” la mencionada credencial. El avión iba casi vacío rumbo a San Luis. No soy de mostrar la tarjeta dorada (sólo a Alejandro Mateo cuando viajamos juntos para que me envidie un rato) ya que la gente que la posee usa trajes y pone cara de funcionario/empresario apurado para entrar primero. Para no confundirme con esa chusma hago la cola de lo más orondo, total, tengo mi butaca  asignada. Para mi sorpresa la azafata que me recibe mi boarding pass (acá empiezo en inglés así que si se pierden cliqueen en “traducir esta página”) me dice “Lo estábamos buscando, Sr. Le hicimos un upgrade”. En mi mejor tono puntano le contesté “Y qué jé lo que jeso?” y la azafata contestó “Que lo pasamo´ a primera, hueón”. Debo reconocer que desde ese momento viví  momentos de excitación (al fin de cuentas era mi primera vez) imaginando cuáles serían los cambios al pasar de clase social aérea tan raudamente y sin escalas. Mirado desde la clase turista, por ejemplo, siempre imaginé que las azafatas, al correr la cortina y pasar a primera, eran más locuaces y sonrientes. Primera decepción. La misma cara que en clase turista sólo que con un Página 12 en la mano. Antes del almuerzo se sentía un olor más que sabrosón a comida caliente y tuve esperanzas gastronómicas importantes. Todo en vano. Se ve que esas delicias las come sólo la tripulación que para algo tiene convenio colectivo de trabajo, al fin de cuentas. Me encajaron un sánguche (sí, así: con g y ch) que en la caja decía estar hecho por “las propias manos de Martiniano con los productos más nobles de nuestro suelo patrio”. El texto me pareció excesivo, como diría una amigx mía y más al abrir la caja. La entrada era una bolsa de maní pelado y el sánguche, seco como el que más, tenía jamón crudo, queso parmesano en fetas y aceitunas negras cortaditas. Todo ideal para mi hipertensión. Encima la azafata me apuraba con el café para dejarme todo junto y poder charlar con su “amiga” (descubrí que las azafatas y las maestras primarias parecen ser muy amigas de sus colegas). El brownie envasado del final con el café frío fue la frutilla de un almuerzo que nunca olvidaré… Conclusión: el pobre Martiniano no tuvo ni madre ni abuela que le cocinara como la gente, pobre hombre. Se tuvo que hacer cheff a la fuerza y en su más tierna infancia.

En resumen, con toda la excitación del caso no me hice mi siesta aérea de costumbre. Nada del otro mundo el viajecito en primera.
                                                                                                                    Pablo Bontá
                                                 28/03/14

Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Marcelo Di Gennaro
Imagen
Universidad Nacional de San Luis
Create a free web site with Weebly